¿Estás planeando un viaje a Perú en 2021? Inspírate ahora, reserva cuando estés listo. El viaje de tus sueños a Perú comienza aquí. Statera es un intento bien logrado de reunir la rica biodiversidad que se encuentra en las tres regiones del Perú: la costa, los Andes y la selva. En este establecimiento, encontrará una gran variedad de productos nativos peruanos preparados con técnicas antiguas y modernas, y presentados de formas novedosas y sublimes.
Un chef de clase mundial.
El chef peruano André Patsias siempre supo que su vida estaría entre ollas y sartenes. La investigación y exploración continuas son elementos clave para este joven chef, y sus cuarenta y ocho viajes a través de Perú antes de la apertura de Statera, son solo el comienzo. Después de terminar la escuela en Lima, se fue a Lyon, Francia, para perseguir su sueño de convertirse en chef. A partir de ahí, trabajó con prestigiosos chefs en restaurantes de renombre mundial en España, Suecia y Londres. De vuelta en Perú, Astrid y Gastón y Central fueron paradas necesarias para volver a conectar con sus raíces peruanas antes de abrir su primer restaurante, Statera, que en latín significa equilibrio.
Decoración
Statera tiene una decoración minimalista y elegante , predominando los marrones, negros y grises. La exuberante vegetación que cuelga de los balcones en el techo, agrega verde a la atractiva escena. Por un lado, un hermoso bloque grande de mármol de color negro y ladrillo separa la cocina abierta de la habitación principal. En la parte posterior, un hermoso árbol se mantiene firme en una pequeña terraza, y cerca están los elegantes baños donde se han cuidado todos los detalles.
El exterior de cemento de Statera puede parecer prohibitivo, pero por dentro es de madera oscura, piedra y vegetación colgante. La luz natural entra por las ventanas de arriba, iluminando el espacio y enfatizando sus texturas naturales, incluido el mármol veteado con forma de hoja que cubre la barra.
Una cocina abierta recorre todo el restaurante , ubicado en el barrio de Miraflores de la ciudad, para atraer a los comensales con los platos a medida que se preparan. Un solo árbol se encuentra en el patio exterior, donde los huéspedes pueden lavarse las manos en cuencas talladas en pedazos de piedra.